viernes, 16 de octubre de 2015

El atrapasueños

Fotografía artística: Lew Rubens
No hay escape... no hay a dónde ir, nunca lo hubo.
Te ataré con mis sueños como me ataste con tus mañas y tus sonrisas.
Habrás de estar allí para toda la vida enmarañada en los nudos de mis pensamientos.
Sin roces, sin sensaciones, inerte, congelada en el tiempo, en infinitos destellos.
Habrán de sonar las cuerdas de tus  deseos inexistentes.
Habrán de expirar las melodías nocturnas en las ondulaciones de la vida.
Habrás de permanecer prisionera de mis sueños, de mis más puros sentimientos y mis más ocultos deseos.
Te ataré con mis sueños sin que lo sepas, sin que la sensación te quite el sueño, sin que la nostalgia te robe por un segundo el pensamiento.
Ta ataré sin que lo sepas sin que me recuerdes, sin que por las noches me extrañes los brazos, cual si nunca hubiese existido.
Te ataré a las fantasías, a las noches de soltería, te ataré al rostro de quienes no existen de quienes jamás serías.
No hay escape... no hay a dónde ir, nunca lo hubo.
Así terminé prisionero de tus mañas y tus sonrisas, prisionero de tu libertad.

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